Energía eólica

La energía eólica es la energía del aire en movimiento que puede ser transformada en otras formas de energía útiles para las actividades humanas. Por ejemplo, a lo largo de la historia, fue utilizada para impulsar las embarcaciones a vela, para mover las aspas de los molinos cerealeros o bombas de agua. Actualmente, muchos de estos usos siguen vigentes. Sin embargo, la energía del viento se utiliza fundamentalmente para generar energía eléctrica a partir de los llamados aerogeneradores, que transforman el movimiento del viento en electricidad. De las llamadas energías renovables, la eólica es la que tiene mayor potencial para su desarrollo.

La generación de electricidad

La energía eólica se ha convertido en una fuente importante de generación de energía en todo el mundo, con una capacidad global de más de 650GW para 2019, según datos del Global Wind Energy Council (GWEC). China, Estados Unidos, Alemania, India y España son los primeros productores mundiales, con una capacidad instalada de 221GW; 96,4 GW; 59,3 GW; 35GW; y 23 GW, respectivamente.

En América del Sur, el sector está dominado por Brasil, donde la potencia eólica se ha multiplicado por 45 en la última década. Sin embargo, Argentina cuenta con excepcional recurso eólico para llevar adelante proyectos de generación de energía eléctrica mediante la instalación de aerogeneradores.

Dentro de su territorio, se destaca la región patagónica con velocidades medias de viento superiores a 12 m/s, seguida por Buenos Aires con velocidades medias de viento superiores a 9 m/s. Esto, en términos de densidad de potencia media eólica, ubica al país por encima de la media mundial.

Impulsada por una acelerada evolución en la tecnología eólica, que contribuye tanto a la maximización de la eficiencia como a la reducción sostenida de los costos de implementación, la Argentina está transitando actualmente una transformación energética que desplaza la participación de la generación de energía eléctrica de fuentes convencionales a fuentes renovables, y es empujada por la Ley Nacional de Fomento a las Energías Renovables (Ley N.° 27191). Esta normativa favoreció la implementación de distintas acciones en busca de incorporar potencia renovable al sistema interconectado nacional (SADI), a través de programas como Renovar y Mater, por ejemplo. Ambas iniciativas permiten a los actores del mercado eléctrico comercializar energía eléctrica de origen renovable y alcanzar el objetivo de la Ley N.º 27191 de un 20% de cubrimiento de la demanda de energía eléctrica total en el año 2025. Actualmente el cubrimiento medio supera el 12% con récord instantáneo del 27%.

Para dimensionar la capacidad y la proyección de este recurso, podemos señalar que la potencia instalada a nivel mundial representa 24 veces la demanda de energía eléctrica de Argentina y crece a una tasa del 8% anual.

PARQUE EÓLICO LOS TEROS I

Nuevas obras

En Argentina el sector de las energías renovables es impulsado fundamentalmente por las empresas de generación, las cuales realizan el desarrollo de los proyectos eólicos desde instancias muy tempranas, esto es, desde su medición hasta la puesta en servicio de la obra.
Dentro de los factores principales que consideran las generadoras en el momento de evaluar la factibilidad de un parque eólico se encuentran el factor de capacidad (razón entre lo que genera el parque y lo que podría generar si estuviera a potencia nominal todas las horas de un año), el punto de interconexión (vinculación a la red eléctrica nacional), el Capex (costo inicial de la inversión), el Opex (costo de operación durante 25 a 30 años) y el impacto ambiental.
Los proyectos eólicos en Argentina son destacados a nivel mundial, como es el caso del Parque Eólico Manantiales Behr ubicado en la provincia del Chubut (YPF Luz), con factor de capacidad medio de 61% (muy por encima de la media mundial, que se registra en un 47%).
Asimismo, se han instalado en los últimos cinco años decenas de nuevos parques eólicos en varias provincias del país, como Los Teros I y II en la zona de Azul; el Parque Eólico Corti, La Genoveva o el complejo Eólico El Mataco y San Jorge, en Bahía Blanca; el Parque Eólico Vientos de Miramar, todos emplazados en la provincia de Buenos Aires. Cañadón León en Santa Cruz; Parque Eólico Achiras en Córdoba; Parque Eólico La Banderita en La Pampa; Parque Eólico Vientos Neuquinos, en la provincia de Neuquén; Parque Eólico Pomona I en Rio Negro; Parque Eólico El Sosneado en Mendoza; Parque Eólico Arauco II en La Rioja; solo por mencionar algunos de los que aportan más de 100MW al SADI.

Sobre el aprovechamiento de la energía eólica

El uso de toda fuente energética presenta tanto ventajas como desventajas y la energía eólica, por supuesto, no puede escapar a esta premisa.
Las ventajas que presenta la generación de energía eléctrica mediante el aprovechamiento del viento son numerosas, y entre las principales se pueden mencionar que es inagotable, que favorece la reducción de emisiones de CO2 (242 ton CO2/MW), el crecimiento de las economías locales y produce un bajo impacto en el ambiente. Entre las mayores desventajas se encuentran que es intermitente y aleatoria (no continua) y se halla dispersa, lo que implica problemas en el control del flujo de energía disponible. Dentro de los impactos ambientales que genera, se puede señalar la contaminación acústica a raíz del ruido que provocan las turbinas.
Hoy en día el uso de la energía eléctrica de origen eólico es muy variado, ya que se utiliza para la generación de hidrógeno verde, la carga de baterías de autos eléctricos, la combinación en sistemas híbridos de generación, microrredes y mucho más.

Fuentes:

https://despachorenovables.cammesa.com/potencia-instalada/

https://www.irena.org/wind

https://www.aeeolica.org/