Energía nuclear

La energía nuclear es la energía que se libera como resultado de una reacción nuclear en forma de calor. Generalmente, este tipo de energía se aprovecha para producir energía eléctrica, sin embargo, tiene otras aplicaciones, por ejemplo, en el área de la salud. A escala mundial, el 10% de la energía eléctrica proviene de la energía nuclear y, en Argentina, este valor alcanza alrededor del 8%.

Las centrales nucleares

En el mundo hay 443 centrales nucleares que representan conjuntamente una potencia total instalada de aproximadamente 393GWe. Esto demanda anualmente unas 71.000 toneladas de uranio (tU) para la fabricación del combustible nuclear.

Argentina cuenta con tres centrales nucleares: Atucha I, Embalse y Atucha II. Estas centrales utilizan uranio natural como material de fisión y agua pesada como moderador de neutrones y como refrigerante para su funcionamiento.

También, en el mismo emplazamiento de los dos reactores Atucha se está trabajando en la construcción de un tercer reactor, el primero en diseñarse y construirse íntegramente en Argentina, el CAREM ( Central Argentina de Elementos Modulares), un reactor modular de potencia media.

Por otro lado, existe otro proyecto de reactor en desarrollo, el Reactor Nuclear Argentino Multipropósito RA-10, que se ubica en el Centro Atómico Ezeiza, destinado, principalmente, a la generación de radioisótopos de uso médico. El uranio 235 constituye la fuente de energía primaria de este proceso, pero no se lo utiliza directamente, sino que deben realizarse procesos de refinación, purificación y conversión para obtener dióxido de uranio (UO2), que será la materia prima básica para la fabricación de combustibles nucleares. Cerca del 90% de la producción de uranio se concentra en ocho países:Kazajistán, Canadá, Australia, Níger, Namibia, Rusia y Uzbekistán. Argentina tiene varios yacimientos con reservas probadas, pero en la actualidad no están en producción, ya que en la década del 90, el gobierno nacional decidió desactivarla porque el costo del uranio importado era más barato que el de producción nacional.

Las centrales atómicas o nucleares generan energía eléctrica a partir del calor liberado por el proceso de fisión del núcleo de algunos átomos (uranio 235 y plutonio 239). Bajo ciertas condiciones, al ser impactados por neutrones, el núcleo de un átomo de uranio (U-235) puede partirse (fisionarse) en dos o tres fragmentos y al hacerlo libera a su vez dos o tres neutrones de alta energía. Estos neutrones deben bajar su energía para ser absorbidos por otros átomos de uranio (U-235) y así sucesivamente. De este modo, se inicia una reacción en cadena controlada que, a través de transferencias térmicas, genera suficiente energía para calentar agua y producir el vapor necesario para mover una turbina acoplada a un generador eléctrico.

Una central nuclear tiene que estar ubicada cerca de una fuente de agua importante: un río caudaloso, un lago o el mar, ya que necesita una gran cantidad de agua para el sistema de refrigeración. Además, la zona en la que se emplaza no debe ser sísmica (grado 1 o menor) para que no se produzcan roturas o desgastes prematuros que podrían afectar la seguridad o el funcionamiento de la central.

Debido a que en las centrales nucleares se trabaja con material radiactivo, un punto crítico es la seguridad y la gestión de los residuos. Desde el punto de vista de la seguridad, hay que tener en cuenta que las centrales nucleares trabajan con uranio levemente enriquecido, por lo que en una central atómica no hay ningún peligro de explosión. Por otra parte, los residuos radiactivos tienen un volumen pequeño y se guardan en lugares especialmente acondicionados y seguros para impedir cualquier fuga o contaminación ambiental.

Fuentes:

https://www.argentina.gob.ar/economia/energia/energia-electrica/nuclear/centrales

https://www.argentina.gob.ar/cnea